Nuestro éxito en el restaurante no habría sido posible sin el incansable apoyo de mi esposa.

Nos conocimos cuando el restaurante acababa de abrir y juntos enfrentamos los desafíos iniciales: largas jornadas, preocupaciones y numerosos obstáculos.

Lejos de verlo como un camino difícil, lo recordamos como una valiosa lección de vida que siempre agradeceremos.

En los inicios de Los Corzos, sin equipos modernos, trabajábamos incansablemente, desde lavar platos hasta pelar patatas a mano.

Esos momentos, lejos de ser una carga, se convirtieron en oportunidades para charlar y fortalecer nuestro vínculo.

Vacaciones y días libres eran impensables entonces.

Avanzamos lentamente pero con seguridad, enfocándonos en la mejora continua más allá de la rentabilidad inmediata. Siempre creímos que un gran esfuerzo traería grandes recompensas.

Nuestra clientela crecía y con ella, la necesidad de expandir nuestro equipo.

En Los Corzos, la calidad ha sido siempre nuestra prioridad, desde nuestros humildes comienzos hasta hoy.

Ofrecemos platos exquisitos como el Calamar FAO 27, Pulpo Gallego, Lubina Salvaje, Pixín Negro, y exclusivas carnes de Buey, Frisona, Simmental, Angus y Secreto Ibérico.

Si ya nos conoces, eres parte de la familia; si aún no, te invitamos a visitarnos. Nos encantará conocerte.

Bárbara, José y todo el equipo de Los Corzos te esperan.